jueves, 9 de junio de 2011

El valle.

Creció en el valle,un valle rodeado de un yermo de oscuridad. La vida era dura,una vida que las cicatrices impiden dejar atrás. Volvía al colegio, hundido y avergonzado. Había ido al bosque guadaña en mano...una parte de ese chico había muerto igual que la muerte siega la vida de personas,animales o plantas,todos por igual. En su rostro estaba estampada,grabado a fuego el rostro de la culpabilidad,de la soledad,la mancha en un alama antes inmaculada

-¿Crees que el silencio convierte en algo a un hombre?- Musitó para si mismo.

Todos tenemos nuestros horrores,nuestros miedos contra los que hay que luchar.

-¿Pero como puedo ganar si estoy compeltamente paralizado? - Pensó de nuevo en voz alta.

Su cabeza encontró rapidamente una respuesta: La batalla está perdida antes de empezar.


Por la noche en la cama no podía dormir. Notó una extraña sensación. Algo le tocaba,recorría su cuerpo hasta llegar al cuello. Ahí estaban...estrangulandole. ¿Es acaso un castigo por las elecciones que he hecho? ¿Porqué me estoy castigando a mi mismo? Sólo me hago daño a mi,ha nadie más ¿Porqué se me castiga?.

-¡Perdóname! - Grito en medio de la oscuridad del abandonado orfanato. -¡Perdóname!- gritó de nuevo.


Una silueta de ojos claros y perspicaces,vestido blanco bajo una oscura capa,su cara,a excepción de esos inolvidables ojos,estaba completamente oscura. Un semblante difícil de olvidar. Una sonrisa asomó.

-No te vayas,no puedo hacer esto solo- Dijo el joven – No puedo vivir conmigo mismo...quédate aunque sólo sea esta noche.

-Si te dejo venir,sólo querrás irte. Si te digo la verdad,lucharás por la mentira. Si te enseño como soy,me destrozarás y nada podrá limpiar ese desastre. Si me sigues,sólo te perderás. Si intentas acercarte sólo perderemos el contacto. Si,cualquier cosas que sepas ya es demasiado y no irás a ninguna parte.

El joven,entre sollozos lastímeros contesto- Dime que me necesitas...Dime que me quieres...Dime que nunca te irás. ¡Dímelo!.

La figura empezó a desvanecerse.

-¡No te vayas!- gritó el joven desesperado- ¡No te vayas!- repitió- No te vayas...no puedo hacer esto solo- dijo el joven apenado,la fuerzas empezaban a flaquearle mientras su vida se escapaba entre sus manos. -Sálvame de los que me persiguen esta noche,sálvame de mí mismo...pero por favor- Suplicó el joven- ¡No te vayas!

Una fantasmal mano tomó forma sobre la suya.La figura estaba a su lado,podía verse su angelical rostro,un rostro que cualquier hombre mataría por ver.

-No te vayas- Susurró en un tono calmado la figura -No te vayas- repitió- No te vayas- Otra vez.

La voz parecia alejarse,pero seguía ahí,sujetando su mano.


Desconcertado y entre sudores despertó.Con el corazón latiendo tan fuerte que bien podría romper su esternón. ¿Había sido real? ¿Seguiría siendo que hace poco era?



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