Te esperas algún escrito decente? Te esperas conocer a alguien especial? Alguien que diga como todo el mundo que es singular? Pues marcha!!
miércoles, 23 de mayo de 2012
Bienvenidos.
Bienvenidos a la época en la que la hipocresía reina y campa en tierra asfaltada. En la que al animal se le rinde culto, a la materia se la dignifica y al ser humano se le despersonaliza. Reverenciar cosas, traficar con humanos como corderos en el matadero. Mujeres que son valoradas en función de la copa ,la talla y la planta . Hombres que son buscados como príncipes azules por unas señoritas de altanera alcurnia. Damas que buscan hombres en función de una lista de cualidades que ni ellas mismas saben cuales son, tejiendo y destejiendo personalidades a su antojo. Antojo de pasiones y mentiras, que los hombres no entendemos y nos dejamos caer en la confianza.
Época en la que las más absurdas modas son seguidas sin criterio. En las que las mujeres salen despersonalizadas a explorar las infinidad de canciones de amor amariconado al cual ellas llaman esperanza. Esperanza alimentada por ídolos masculinos con dudables tendencias. Hombres que salen de fábrica...misma cabeza, ese mismo puto pelo que a todas, sin excepción, vuelve locas, esa misma personalidad o incluso la misma jodida ropa.
Sociedad que se ha visto víctima de la propia evolución, de ser patriarcal a ser matriarcal...abominación creada por feminazis. Sociedad que niega a cualquiera que destaca en algo que no sea en lo que ella misma ha establecido como bueno o correcto. Sociedad víctima del más absoluto hedonismo en la que se busca llegar al amor a través del deseo y no como debería ser. Donde se tiene que comprar algo nuevo cada vez que no va bien, en vez de arreglarlo.
Mi sangre hierve, se envenena al ver todo lo que me rodea. Veneno en sangre. Ser joven y tener la sensación de que haber nacido en otra época habría sido más adecuado. Todo carece de sentido y este puto mundo se ha vuelto loco en manos de titiriteros sin imaginación.
Lo odio.
lunes, 21 de mayo de 2012
De nuevo.
De nuevo, amiga despiadada, hoja en
blanco, portadora de sueños y esperanzas, de desquicios y
añoranzas. Mercader de la propia hipocresía de una
generación que clama por su salvación en los caminos de
la perdición. Heraldo desquiciado al que nada le ha quedado
fuera de esa esencia de llover sobre mojado con aspecto ajado. Labio
mordido que escupe podrido con la sonrisa sel tercio herido ya
atendido. Escritos desvaríados de autores descarnados.
Palabras vacías que ansían llenar los huecos. Desean
llevar sus anhelos fuera de los márgenes de folios negros.
Tirarse por precipios de madera en busca de alguna manera de
liberarse.
Salid de esas placas de acero grapado a
mordiscos. Abrid la puta mente, bajad de esos altares de moral en el
que os resguadáis. Dejad de justificaros en pozos de llantos
mentirosos venidos a más por propia voluntad.
miércoles, 2 de mayo de 2012
Recuerdos de otra vida.
Destrozándose contra la vasta
superficie las convicciones son puestas a flor de piel en su lucha
contra la tempestad. Veo como esa tempestad desata el caos a mi
alrededor. Como las garras de la destrucción se ciernen sobre
mí tanteándome contra todo pronóstico contra la
tempestad. Me empujan a un sitio del que se no voy a volver jamás,
un sitio en el que sólo me puedo salvaguardar en el bastión
que es mi fuerza de voluntad. Sólo puedo esperar que sea lo
suficiente como para no verme ahogado en mis miedos, para no ceder
antes ellos.
La claridad vislumbra el ojo de la
tormenta, un lugar plácido y tranquilo donde implacablemente
la ola rompe contra la superficie que yo sólo he vuelto a
crear, he vuelto a levantar, bastión de la tormenta, vigía
del mar, perfecta imperfección de la superficie. Nada puede
detenerme, nada puede hacer que este arrepentido, se acabaron. Me
limito a observar como el mar lleva los huesos de los naúfragos
hacia mis orillas. Observo como se mecen, como marean, en la
enfermiza desesperación de la súplica por un hogar.
Noto como mis músculos entran en
tensión. Como una antinatural resistencia despierta en mi, me
recuerda que nunca se ha ido, que me envuelve. A mi alrededor,
Poseidón me llama reclamando mi alma en el hundimiento. No te
tengo miedo, ni a ti ni a nada. Esta obstinación surgida de la
miseria corta un pedacito de mi concentrada locura. Aún en las
mismísimas puertas del Averno lucharé a mi manera, como
yo sólo se hacerlo.
Un cuerpo encerrado en los vicios,
luchando implacable contra los conflictos. Una mente que se ha vuelto
más inquisitorial por los fragmentos de la decepción.
Aquí estoy alzándome desde el infierno, liberándome
de esa jaula de dorado ensueño, volando. Recuerdos de otra
vida me llaman.
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