viernes, 27 de abril de 2012

Aire con fuego.


Vemos como trabajamos a destajo bajo un cielo que nos muestra el atajo de lo que estamos haciendo. Estamos haciendo sacrificios humanos a favor del más grande sacrilegio. Derritiendo nuestras retinas por la luz que hemos provocado con nuestro estúpido esfuerzo al no querer parar la maquinaria que abrasa nuestra piel quemada como la tierra desolada. Temblareis cuando los pulmones sólo espiren y no respiren el último aliento. Cuando la noche haga que sus sombras te arranquen la piel a tiras por las quemaduras mientras los ángeles tocan una sinfonía de angustia, desdichada melodía que traerá el fin con su fin. Es el precio por combatir el aire con fuego.

jueves, 26 de abril de 2012

Pedregoso camino.



Por pedregoso camino camino solo paseando mi trasegar. Al lugar donde los atardeceres saludan al mediodía. Donde se contempla el Sol cuando a anochecido y la Luna pega puñaladas a los girasoles mientras se giran confusos. Donde un paseo en barca es posible por mares dulces donde los peces se ahogan. Un sitio donde se han construido retazos haciendo crecer ruinas nuevas. Donde no mascar lo tragado al fondo de un lago no dragado.
Sitio donde hay algo fuera de estas paredes por dentro vacías. La luz deja de describir su tortuosa silueta cuando cambia. Extrañado del mundo allá, solo en su abandono. Al pie de una muralla de hielo donde la quimerica calma impide toda señal de cambio. De noche se desconoce que oculta la marea negra cambiante y expectante de la Luna ¿Perdición o Salvación? Piel rompiendose en la obsidiana superficie cuando todo se torna frío. Frío que todo abarca, que el alma escarpa. Que la oscuridad borre ese solitario lugar a partir de esa existencia.
Cielo enfurecido que muestra las señales desnudas de una distancia a punto de estallar. Los marineros en sus ataúdes de madera lloran oceános de dulzura a través de las olas. Relámpagos que más bien son puñaladas en el fragmentado horizonte, alcanzando con su manos una incauta tierra. Sin una luz que seguir, apagada por las lluvias. Sin recuerdos que los unan ahí. ¿Que escondes marea? Fríos años de espera para los vientos del cambio susurrando la pagada penitencia. Sol de la mañana que rehúye la cara del joven hombre. Extraña solo al mundo.
Con un esfuerzo final golpeo las olas hasta el mundo. Buscando sólo unas respuestas que tal vez sólo el horizonte espera.

Maldito abril.

Y ya estás aquí maldito abril. Sonriendo siempre tan sarcástico, tan frío que le has negado el crecer al olivo. Abril de soledad ya lo siento te has ido por despido. Duerme tranquilo entre tus sábanas polvorientas hasta que llegue mayo pegando desdichados cañonazos a todo corazón. Ven y echame el lazo, no quiero andar descalzo en este mar angosto de magma angustiado. Dejame gritar mis ecos en cavernas y esconderme en los recovecos de mis penas. Deja de matar sueños y contar finales de cuentos, deja de ser portavoz del fracaso escondido en el fondo del vaso. Desiste en dar paso a caminos perdidos venidos de más allá del ocaso.

Vuela sobre campos quemados.

Vuela sobre campos quemados de agujeros usados. Escucha el silencio de su carcelero mientras les paga el jornal como a un jornalero. Su casa es de roca en la que no hay nada que llevarse a la boca. Boca secada por antojo de bofetada lejos de fuente que riegue la simiente. Si miente la verdades pasando ausente las tardes. Escuchando la melodía de un niño añorando desatar el corpiño.

domingo, 8 de abril de 2012

Lo echo de menos.

Tejes con el brillo de tus cabellos la felicidad de mi vida. Perderme en un punto de nuestro infinito mientras me pierdo en el sonido de sus cuerdas vocales. Estar abrazado al borde del precipicio viendo atardeceres rosados. Pasar a menudo las tardes en el huerto de los enamorados. El calor, el aprecio, el hecho de ser un poco reconocido. La sensación de poder alentar o emocionar con mis escritos. El calor de más allá de cuatro frías paredes.