miércoles, 30 de noviembre de 2011

No tengo más imaginación,asi que hablaré de ti.

Podría estar horas hablando sobre todo lo que siento por ti. Podría estar días enteros para demostrarlo. Podría empezar a decirte como influyes en mi vida.

Pero no, lo que voy a hacer es mucho más sencillo que todo eso. Hecho a todas horas de menos esos momentos juntos que hacen que se detenga el tiempo, que me hacen sentir especial, que me haces sentir especial. No puedo más que ansiar el momento en el que me vuelvas a abrazar y besar para volver a sentir que todo está bien, que estamos bien. Añoro esa voz que hace que todo mi cuerpo se estremezca. Esa cara que es lo mejor que puedo ver al despertar y me hace sentir que va a ser un buen día, de los mejores. Esa forma de moverse que desprende sentimiento o esos pequeños soniditos que haces cuando estas durmiendo o aún a caballo entre el sueño y la realidad. Esa manera que tienes de mirarme, me hace sentir que estoy aquí por algo y que por fin puedo hacer que alguien sea feliz. Me encanta esa manera que tienes de acariciarme o de dejar posada tu cabeza en mí, me transmite tranquilidad. Quisiera tener siempre esa manera de hablarme o de estar conmigo, es sinónimo de felicidad.

Esto es sólo una mínima parte de las razones de porque te puedo llegar a querer o de porqué siento lo que siento. Para que no te preguntes más el porqué tú.

Porque sí, porque eres tú y porque te quiero.

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