miércoles, 23 de mayo de 2012

Bienvenidos.


Bienvenidos a la época en la que la hipocresía reina y campa en tierra asfaltada. En la que al animal se le rinde culto, a la materia se la dignifica y al ser humano se le despersonaliza. Reverenciar cosas, traficar con humanos como corderos en el matadero. Mujeres que son valoradas en función de la copa ,la talla y la planta . Hombres que son buscados como príncipes azules por unas señoritas de altanera alcurnia. Damas que buscan hombres en función de una lista de cualidades que ni ellas mismas saben cuales son, tejiendo y destejiendo personalidades a su antojo. Antojo de pasiones y mentiras, que los hombres no entendemos y nos dejamos caer en la confianza.

Época en la que las más absurdas modas son seguidas sin criterio. En las que las mujeres salen despersonalizadas a explorar  las infinidad de canciones de amor amariconado al cual ellas llaman esperanza. Esperanza alimentada por ídolos masculinos con dudables tendencias. Hombres que salen de fábrica...misma cabeza, ese mismo puto pelo  que a todas, sin excepción, vuelve locas, esa misma personalidad o incluso la misma jodida ropa.

Sociedad que se ha visto víctima de la propia evolución, de ser patriarcal a ser matriarcal...abominación creada por feminazis.  Sociedad que niega a cualquiera que destaca en algo que no sea en lo que ella misma ha establecido como bueno o correcto. Sociedad víctima del más absoluto hedonismo en la que se busca llegar al amor a través del deseo y no como debería ser. Donde se tiene que comprar algo nuevo cada vez que no va bien, en vez de arreglarlo.

Mi sangre hierve, se envenena al ver todo lo que me rodea. Veneno en sangre. Ser joven y tener la sensación de que haber nacido en otra época habría sido más adecuado. Todo carece de sentido y este puto mundo se ha vuelto loco en manos de titiriteros sin imaginación.

Lo odio.

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