jueves, 15 de septiembre de 2011

Y sus almas arderán en tantos infiernos por sus pecados que olvidarán el propósito para el que fueron creadas. Las catedrales arderán por las iglesias. Los paises serán reducidos a cenizas por la quema de casas. La hambruna se extenderá durante una era por todos los días sin comer.


Podreis ver a los niños llorando buscando a sus madres. Las madres verán impotentes llorando lágrimas de sangre como sus hijos yacen en la hipocreía que han creado. Podreis ver los sentimientos buscando un dueño, un amasijo de carne,huesos y tendones al que aferrarse en un vano intento por no sucumbir a los instintos más primarios que cualquier ser carente de racionalidad tiene. Racionalidad usada para fines equívocos. Equivocación que sumira en la depresión al mundo. Se verán las orillas de la nada abarrotadas de entes corruptos desesperados por una personalidad no impuesta.


¿Lo oyes? Es el cambio rugiendo por desatarse. Es la bestia que clama en cada uno de nosotros. Nosotros debemos suprimirla. Suprimir los instintos.

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