Contempla campos verdes de esperanzas
mientras el victimismo más absurdo, egoísta e injustificado
continua alzándose. Escucha como desde el interior se oye gritar a
pleno pulmón “No estoy vacio”. Sigo siendo el mismo de antes,
que busca lo mismo, que busca sentirse aún mejor. Viviendo el sueño
de los débiles, la realidad de los fuertes. Nadando contra las olas,
saliendo a flote del pozo de gotas no autoimpuestas. Aquí estoy,
limpio, probado, seguro esperando con los brazos abiertos y el pecho
henchido la siguiente embestida del tiempo. A través de ella tejeré
una realidad, crearé nuevos sueños, materializaré esperanzas.
Camino solo y cada vez que me levanto
me hago más grande.
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